jueves, 23 de abril de 2009

El Pozo y el Péndulo (Fragmento)


"Estaba impaciente por servirme de mis ojos, pero no me atrevía. Tenía miedo del primer golpe de vista sobre los objetos que me rodeaban.
No era que temiese mirar cosas horribles, sino que estaba aterrado ante la idea de no ver nada.
A la larga, con una loca angustia del corazón, abrí vivamente los ojos. Mi horroroso pensamiento se encontraba confirmado; La negrura de la eterna noche me rodeaba." 

                                         E. A. Poe


martes, 21 de abril de 2009

La Inspiración


Cosa rara la inspiración... viene cuando no se la llama y deja su huella en todo medio que esté al alcance de la mano: pared, blós, hoja suelta.
Cuantas veces necesitamos ese poquito extra para poder escribir una cosa y se nos es negado sin explicación, hasta que un día cualquiera no podemos parar.
Desencadenada por un beso, por una secuencia insólita en la calle, a veces por sustancias ajenas al cuerpo y a veces por el mismo tedio, nos encontramos ante la pantalla en este caso, haciendo alarde de vocabulario y verborragia sin tener algo realmente potable que expresar, esclavos de la inspiración. Porque, si te fijás, no estoy hablando realmente de algo; estoy dando vueltas sobre un tema equis (x) que ubiqué en la parte superior a modo de título, y ahora estoy procediendo a irme por las ramas inventadas de este asunto.
Pero retomando. Lo que me motivó a escribir esto fue la falta, justamente, de tópico. Tengo un blog (este, el que estás leyendo) y hace meses no lo actualizo, entonces pensé... (sí, pensé) si alguien sigue esto -facu, fiel lector- debe querer ver algo nuevo. Porque lo mismo mucho tiempo aburre. 
¡Viejo vicio humano!
En seguida nos cansamos de las cosas; de las cosas materiales claro está, porque de la esencia de las cosas no nos embolamos... a modo de ejemplo:
Escuchar siempre el mismo CD aburre, entonces compramos otro.
Ahora la esencia del hecho -escuchar música- se mantiene. 
Estar con la misma también, entonces buscamos otra.
Pero el hecho -ser, estar, fornicar- se mantiene, perdura en nuestra lista de cosas que nos gusta hacer.
Que fácil que es irse por las ramas. ¡Menos mal que iba a retomar!





El Observador